Aproveché mis vacaciones de Pascuas para respirar un poco de aire italiano. En una semana recorrí las calles donde solía caminar Petrarca, Maquiavel, Ferreri, Dante, Catherine de Médicis, Vivaldi, Pasolini, De Chirico, Antonioni, Puccini, Tintoreto, Marco Polo, Botticelli, Da Vinci, Deledda, Michel Ange, Rafael, Verdi, Mussolini, Fellini, etc. etc. (Ojo: he mencionado tan solo a dos mujeres, esto es grave?!, sobre todo siendo Yo misma mujer.  He echo una búsqueda en Internet para resucitar a aquellas mujeres célebres olvidadas por el tiempo y la época, pero solo encontré "italianas famosas desnudas" o "asociación de mujeres italianas", alguien puede salvarme de esta ignorancia y mencionar a más mujeres italianas célebres?  )  Todos estos personajes han influenciado al mundo para bien o para mal. Es por eso que tenía mucha curiosidad por descubrir el país de estos hombres y mujeres inmortales.

Mi primera estación fué la bella Roma. En cuatro días descubrí una ciudad majestuosa, exajeradamente hermosa, increiblemente interesante, cinicamente  inmortal y mistica ...                                                                                Desde épocas remotas los romanos gustan de la vida y de sus placeres. Placer de conquista, de dominación, placer por lo grandioso e impresionante,  el placer por el placer, el más delicioso de los placeres. Desde la arquitectura hasta el culto del cuerpo los italianos no olvidan el más mínimo detalle para impresionarnos. La hermosa "fontana di Trevi" con sus bellas ninfas y fuertes tritones nos muestra una cultura que adora la abundancia y la estética. Es curioso, en lugar de lanzar una moneda al ojo de agua y pedir un deseo como toda la ola de turistas lo hacía,  imaginé ciertas escenas de la "Gran comilona" de Ferreri. Tanta abundancia me hizo pensar en los excesos humanos y sus grotescos placeres. Observé a los inmigrantes de tes morena que viven en Italia vendiendo tarjetas postales de Mamà Roma, pensé que a falta de ventas por la noche nadaran en las azules aguas de Trevi y robaran unos deseos a cambio de una cena.

   Los italianos e italianas tienen un gusto particular por celebrar la estética corporal. En el siglo XIV Miguel Ángel transformó un gigantesco bloque de frío mármol en un canto a la fuerza, a la belleza, a la valentía y a la perfección. El David es el guerrero perfecto, el ideal político republicano. Pero más allá del significado político de la mirada del héroe, significado que es casi siempre olvidad, los italianos se funden en la imagen del David para reencarnar el eterno cuerpo perfecto. Observé entre las masas que el hombre italiano tipo es el heredero del fantasma del David con personalidad de Sperelli , el dandy que D'Annunzio describía: elegante, con actitud provocativa y amoral. El gusto por la belleza física no distingue rango social ni profesión, por ejemplo, se rumora que Berlusconi se ha echo varias veces cirugía facial para conservar su carisma artificial. Las mujeres italianas festejan igualmente la superficialidad del cuerpo. Ellas se clasifican entre las mujeres más delgadas del mundo, después de las Francesas. Quién no piensa en Roma cuando se trata de paradas de moda de Versace o Gucci? Héroes y heroínas de efímera belleza, no saben que sólo el mármol no envejece.    

  Caminando por las calles de este museo urbano llamado Roma, me di cuenta que una imagen traviesa me perseguía sin cesar. Era una bandera con los colores del arco iris que tenía escrito la palabra italiana "pace" (paz). Entonces me pregunté si al seguir la bandera encontraría la paz.  Dònde esta la paz?     Ese mismo día los periodicos mostraban al mundo la imagen de los tres rehenes italianos en Irak. Uno de ellos ya habia sido ejecutado, tal vez él encontrò la paz.