nace la muerte a cada instante en cada hueso en cada ojo que se abre la noche es
leche roja en cada labio mira còmo se ha hecho pedazos el cielo mira esta còpula de sol insaciable luz y bosque
de sombras
bocas genitales claman al oìdo orgasmos pontìfices nos morimos cada vez en
el climax que no es sino otro abismo cama tumba trémula almohada de espinas en el lecho morimos y en él
nos despertamos semilla y cuchillo todo confluye claramente en el sueño hasta que despertamos y olvidamos pero
està en todas partes escucha el sonido del mar y del cielo chocando en el horizonte observa la noche rebosante de
uvas y de leche derramada la lenta agonìa del àrbol mientras cae la lluvia y penetra la tierra como el agua y
el viento horadando la piedra como la piedra del desierto que se va haciendo arena
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