Antes que nada, cabe anotar que los comentarios y opiniones que voy a emitir conciernen ante todo el estilo y la forma
de los aportes. No diré mucho del fondo ya que éso debe ser normalmente debatido en el foro del grupo diseñado para tales
fines.
Al grano...
La participación de Nayeli a lo largo de todo el año me parece muy afortunada.
Se nota su interés, sus ganas de aportar, de participar y de comunicar una emoción y una pasión a los demás miembros
de Ekklesia.
Pasando en revista sus intervenciones, fácilemente se percata uno de su vigor y ánimo.
Su primer aporte acerca de la mujer latinoamericana denota energía y abilidad con la palabra.
Su segundo aporte, del cual no he de comentar el fondo, cuenta con una maravillosa ilustración de Escher (Puddle): gran
esfuerzo de claridad y pedagogía, muy ilustrativo de lo que dijera confucio "todas las cosas tienen su belleza, pero no todas
las personas pueden verla".
El tercer aporte, acerca de la honestidad musical, a pesar de que relaja un poco el ritmo que había adoptado en los dos
anteriores aportes, es una contribución acertada que muestra los contenidos de sus gustos personales y cultura, en tanto que
mexicana.
Llegado uno a su cuarto aporte, "identidad mexicana", no se puede dejar de alabar su extraordinaria fluidez y generosidad,
tanto en letras como en imágenes. Su interesante análisis de la "mexicanidad" constituye un ejemplo de trabajo y demuestra
grandes conocimientos. A partir de este aporte, Nayeli escoge el incluir pequeños datos etimológicos que resultan bastante
curiosos (ej. qué significa México).
Su quinto aporte, acerca de la participación ciudadana, pareciera partido en dos fracciones. Por un lado se asemeja a
una apología de la democracia y consituye un llamado al "deber electoral"; por otro lado, en el post scriptum pareciera
uno leer un arrepentimiento y algo de indecición. Es un aporte apasionado, pero sus altibajos no permiten una coherencia muy
ordenada.
Su sexto aporte hasta el número once, están inspirados profundamente por el viaje de Nayeli a Italia, que según ella
misma afirma no es otra cosa qeu la "búsqueda de la Pace".
Roma 1, que ataca la futilidad de las apariencias romanas, persigue la paz como una ilusión.
Roma 2, que cuenta con valiosas referencias literarias (cortazar), históricas y etimológicas (de la palabra "nostalgia"),
continúa esa larga búsqueda de la paz.
Roma 3 constituye un interesante recuento del viaje e incluye un cuadro comparativo entre Italia y Latinoamérica, algo
audaz pero apropiado.
Florencia, su noveno aporte, la emprende contra el capitalismo en el turismo de una forma inteligente, anotando que cuando
el sol se esconde la verdadera ciudad emerge, sin turistas ni colores, cruda como la vida. Incluye una ingeniosa comparación
entre la catedral del Duomo y el Everest. La búsqueda de la paz continuo.
Su último aporte, que aboga por la convivencia pacífica y define en la resolución no violenta de conflictos el punto
de llegada de la carrera por la paz, ataca con firmeza todos los actos bélicos y denuncia el sadismo en la naturaleza humana.
Es interesante, pero el largo recorrido emprendido por encontrar la "pace", al culminar aquí, le deja a uno un sabor
algo extraño. Personalmente (perdón por este comentario de fondo), esperaba yo con ansias una respuesta original, pero me
encontré con una respuesta algo convencional y, he de decirlo con franqueza, maniquea.
Me gustaría tan sólo hacer notar a Nayeli, con toda la gentileza posible, que su mismo aporte afirma la violencia y el
sadismo como partes integrantes de la naturaleza humana, pero luego invita a ir contra natura. Esto último es válido,
pero cabe considerar que el bien y el mal, si es que existen, están mezclados en el mundo y en el hombre como en un colash
los colores.
Las respuestas categóricas rara vez contentan a una mente ávida de reflexión y pletórica de dudas.
Para recapitular, aplaudo largamente la participación de Nayeli en Ekklesia y la invito a continuar con tan animada disposición
y tal vez a participar un poco en el foro.