El paso de recolector a cultivador supuso en el hombre el manejo de un concepto hasta entonces nunca antes visto: los excedentes.
El poder almacenar víveres y otros artículos permitió el florecimiento de las civilizaciones y prolongó la esperanza de
vida de nuestros antepasados.
Sin embargo en nuestra época posmoderna en donde para comer no hay que cazar grandes bestias sino saber decir agrándelo
por favor (Super size it) al pedir el Combo #5; esta nueva dinámica nos juega una muy mala pasada.
La publicidad agresiva y precios que terminan en .99 hacen que solo los productos que conducen al mayor placer e implican
el menor esfuerzo sobrevivan.
Es así como las frutas que se tienen que lavar bien y pelar son dejadas por niños ávidos de destapar y comer aún sin masticar.
Todo a nuestro alrededor pareciera conspirar para alimentarnos mal. Las opciones alimenticias están orientadas exclusivamente
alrededor del sabor y la facilidad del consumo, lo que podríamos llamar el pret-a-porter gastronómico.
Sin embargo está en nosotros darnos cuenta que si bien el status quo que corresponde al que he descrito; somos nosotros
y la fuerza de nuestros gustos, instintos y ante todo nuestras elecciones quienes han moldeado el mercado.
Recientemente la película Agranda-me (Super Size it) estudió el efecto de consumir la comida de McDonalds a mañana, tarde
y noche.
No solo los indicadores sanguíneos se dispararon de manera alarmante sino que estos cambios se reflejaron en la psiquis
del protagonista así como en sus funciones hormonales y su nivel de energía.
Los efectos no son nada halagadores. Al protagonista le tomo más de un año para volver a la normalidad, y un estricto regimen
para nutrir su cuerpo ya que no es solo el efecto de las grasas y los carbohidratos el que es nocivo, es simplemente que la
comida rápida tiene carencias nutricionales graves.
Muchos dirán que se trata de un experimento poco realista y extremo. Sin embargo nos sirve de termómetro para evaluar nuestros
hábitos alimenticios y hacernos la pregunta de que tanto se parece nuestra alimentación al régimen de la película que es el
estilo de vida estadounidense.
En el punto A se nace. En el punto B se es historia. Lo que pase entre los dos es tu elección. En el punto B se notará
lo que hiciste.
Somos lo que comemos y lo que comemos dice quienes somos.